Seria inexplicable que después de este agolpamiento de años sin casi
hablarnos, de pasar pesares sin casi vernos y apretar sucesos
ordinales y cardinales, este rizoma familiar les diga que los
recordamos. Quizás se debe a que mas allá de la veleidad de las
emociones tristes o de la Historia del clan que nos da un lugar en sus
complicadas ramificaciones, recordar es ese viaje interminable de los
afectos que van y vienen de la mente a la emoción y se resisten a todo
ordenamiento contrario a la vida. Los recordamos porque con ustedes se
hace posible preguntar sin vergüenza por lo que hacemos, las
relaciones que tenemos, el agua que se bebe o el jardín que
recorremos. También porque con las Analectas de Aldebaran, nos
devuelven la dignidad de ver al Padre, al poeta y porque no,
acercarnos al misterio de ese Otro que tanto nos complementa y hace
falta. Como bien lo dices, si esta producción fue solo asunto de un
"cerrado núcleo de amigos", su publicación me privilegia con una
tertulia intima, pero sobre todo, en este medio de la WEB, me permite
navegar y porque no discretamente derivar o balsear, ante todo,
soltando la orilla, lanzándose hacia la corriente "con los ojos
abiertos, la cabeza fuera del agua y celebrando a quien va allí con
nosotros". Este trabajo se hace la voz y rostro de muchos otros. Les
recordamos porque esta obra nos revela que "Nosotros somos los que
hemos estado esperando"

FLEA.