Cronica decimaria de un paseo familiar
15.02.2011 00:00CRONICA DECIMARIA DEL PASEO FAMILIAR A LA FINCA “CRISTALES”
Se fue la tribu a Cristales
dizque a deshacer los pasos
y he aquí los chuscos casos,
planchas y pifias tribales:
el de sotana y misales, (Humberto)
profe de Universidad,
quiso, olvidando la edad,
horquetearse sin arnés
en una moto, al revés,
y a toda velocidad!
Por fortuna el salubrista (Oscar)
le había recomendado
tomar calcio de contado
y un curso de equilibrista.
Sin embargo esta es la lista
de daños que ese borrico
japonés causó en “el chico”:
hematoma, luxación,
susto al cubo e inacción
por dos semanas y pico.
Qué terribles desengaños
al llegar a la heredad
que fuera nuestra a la edad
divina de los quince años!
Para sentarse…. ni escaños,
para comer…. ni bananos!
Y para ver….diez hermanos
en que el mayor peina canas
de 23.000 mañanas
de amores y sueños vanos!
Por fortuna esta familia
fue alimentada con sueños,
los más nobles y halagüeños
ya dormidos o en vigilia.
Fue nuestro mal la hemofilia
espiritual que en un viaje
nos obliga a un equipaje
breve, a un frugal desayuno,
a simple almuerzo de ayuno
y a una cena de paisaje!
Mas…si se halla la ocasión,
nada nos quita cenar
Filet Mignon y caviar
Si es Oscar el anfitrión.
Trucha Iris o Rognon
“au vin” y aún caracoles
comí ayer. Mañana coles
puedo comer sin nostalgia
y sin sufrir de gastralgia
un plato o más de frisoles!.
Un recuerdo a Oscar le queda
que nunca podrá olvidar:
dejó el país del “dolar”
para hallar la gran moneda,
la gratitud que es de seda
y dulce como los besos.
En lugar de 2.000 pesos
por recetar a un infante
le dio en contante y sonante
la madre grata dos….quesos!
Allá en la distancia gris
Carlos Arturo escudriña
con evidente morriña
su fanega de maíz!
Tiempo lejano y felíz
en que ambicioso y pipiolo,
rozando y sembrando solo
quiso hacer un capital
comiendo arepa sin sal,
panela, peto y guandolo.
Alfonso busca el lugar
donde el trapiche aromaba
como el cuerpo de la amada
que no pudo desposar.
Allí un día al alborear,
echado sobre el bagazo
medité sobre el balazo
que de no desviarse hiciera
hoy de mí una calavera
y un vago recuerdo escaso.
Allí Guillermo hizo escuela,
tomando chicha y guandolo,
para acomodarse solo
y a diario una francachela
unida a la bagatela
de mil gramos de aguardiente.
En ese tiempo inocente
en que con un candelero
se alumbraba el ingeniero
eléctrico del presente.
Allí, Norman…..lo previsto
por vallecitos y lomas
ojeó loras y palomas
con escopetas de fisto.
Después…., de decir desisto
se fue a ojear guerrilleros,
hampones o bandoleros,
lo que hizo a diario, a disgusto.
Y hoy ojea…. vaya gusto,
bachilleres marrulleros.
Bernardo es el benjamín
de la tribu! ¡Qué sabría
Bernardo de poesía,
De amarillos y carmín,
Picasso y Guayasamín
en aquel tiempo lejano!
Si…! Ya sabías, hermano,
Del gran lienzo del ocaso
y ya pintabas, acaso,
en tus ojos el verano.
Aquí una chica…,velay!, (Edilma)
loca, alegre y sin temor,
cogió la más alta flor
de un florido gualanday!
Y se lanzó…qué caray!
en una larga caída
desde el techo de la vida
y marcó -vaya compendio-
de un incendio a otro incendio
de amianto y valor vestida!-
Aquí encontró hermana Ofelia
que la vida es humildad
y silencio y santidad
de rosa blanca y camelia!
La suma de la eutrapelia
en su vivir evidencio
y en ocasiones presencio
su figura y me parece,
que en bondad se desvanece
y que la sigue el silencio!
Aquí la monja pintora (Elvira)
vió que el cielo es un jardín
en que Sirio es un jazmín
y Marte es una biflora.
Aquí el ocaso decora
el traje azul de la noche
donde en sombra hace derroche
de sus brillantes Antares,
Saturno de sus collares
y Venus de áureo broche.
Los tres sonetos que se editan a continuación, son testimonio del paso de Alfonso por Europa, especialmente de su visita a París. Los poemas tienen un profundo significado, pues registran una experiencia que para Aldebarán tuvo probablemente las características de una verdadera peregrinación: el cumplimiento de una promesa que seguramente se hizo a sí mismo, cuando su espíritu intensamente marcado por la cultura francesa, sintió que algún día debería visitar esa especie de “tierra prometida” a su sensibilidad. Cumplida la promesa, cantó su recuerdo con una delicada nostalgia que empieza con la evocación de la “sobrina lejana” , continúa con la visita al “mausoleo griego de (su) amigo Degas” y finaliza con esa “Sensación de vuelo”, en la que preciosas variaciones del color gris, son la nota común a su mirada “aérea” a los cielos de España, Francia e Italia.
RITORNELO DE VIVIANA Y EL SENA
¡París! Lírico invierno; pasa soñando el Sena
ojivas y arbotantes y en el muelle Viviana.
Sueño, mientras recuerdo a una adorable nena,
casi una Miss divina, mi sobrina lejana.
Frente al muelle, Viviana, mi saudade se llena
de bienamados nombres que son ya dicha vana
pero ahogo en el Sena mi nostalgia y mi pena
y sólo en ti, Viviana, pienso en esta mañana.
Suena el Sena una suave y sutil sonatina
en el arpa dorada de una ténue neblina
y a Notre-Dame dibuja su líquida paleta.
Para ti un ritornelo inventa la corriente,
si al contarle tus gracias de niña adolescente,
el Sena en este invierno se ha sentido poeta.
EDGAR DEGAS
(París Nov/80)
¡Otoño: Tibio invierno! Montmartre, el cementerio!
fastuoso el mausoleo de Alejandro Dumas!
y allá, medio inclinado contra muro y misterio,
el mausoleo griego de mi amigo Degas.
Sus pinceles alados en sutil magisterio
pusieron a las ninfas de París a danzar,
cuando no decretaron que en el hípico imperio
de Saint-Cloud un potrillo pudiera al fin triunfar.
Para él posó desnuda la doncella de Esparta
y no tuvo el escorzo de la azul bailarina
misterios que ignoraran sus pinceles de marta.
Y sin embargo, Edgar, tu mausoleo se inclina
y una mano doncella de tu efigie no aparta,
la tesonera herrumbre ni la yerba inquilina.
SENSACIÓN EN VUELO
¡Costa de España sobre el mar Atlántico!
¡Un invierno con sol! el gris dorado
tiene algo de Velazquez. He llegado
a España y todo me parece cántico.
¡Cielos de Francia con un gris romántico!
gris Delacroix después de que ha nevado!
Gris de Vals de Chopin enamorado,
o gris de de algún equívoco semántico.
Grises alpinos, nieve sin mancilla
Y al sur, sobre la tierra eternizada,
un gris romano, un gris de lis y dalia.
Y ver lejos del gris de mi país,
que el gris es menos gris sobre París
y se hace lumbre cálida en Italia.
ARS
(A Luis Granados)
Tiene el artista que mi voz declara
de Apeles el pincel en la palabra
y mano Miguel Angel cuando labra
en su libro algún mármol de Carrara.
Nijinsky en prosa si la voz danzara
y fuera sólo ritmo la palabra.
De Claudio Debussi el piano se abra,
si suya es una página preclara.
Para la magistral arquitectura
de su estilo sutil, claro y eterno,
de Vitruvio a Gaudí la gracia dura,
si no es que “fino orífice moderno”,
para engastar pulida miniatura
Benvenuto regresa del infierno.
A LEON DE GREIFF
Porque me ven la crencha, la palidez cetrina
de tácita bohemia, dicen que soy poeta,
cuando no porque obseso de una pasión secreta
persigo ensimismado un rostro en la neblina.
Tal un Musset del trópico que una Venecia andina
finge en pos de una bella y adorable coqueta
sin poder olvidarse de la dulce y discreta
Lucía de los sueños que su ser alucina.
De Poe delirante, de Rimbaud, de Chopin,
de Baudelaire satánico, de místico Lelian,
de todos vengo un poco y aún de Barba sensual.
Y tanta tierra vírgen y tanto affaire mayúsculo,
tantas tiendas y fábricas, tanto puesto oficial,
pero es tan bello un verso escrito en el crepúsculo.
TERGIVERSACIONES I (de León de Greiff)
Por que me ven la barba y el pelo y la alta pipa
dicen que soy poeta…,cuando no porque iluso
suelo rimar -en verso de contorno difuso-
mi viaje byroniano por las vegas del Zipa,
tal un ventripotente agrómena de jipa
a quien por un capricho de su caletre obtuso
se le antoja fingirse paraísos…al uso
de alucinante Pöe que el alcohol destripa!
de Baudelaire diabólico, de angelical Verlaine
de Arthur Rimbaud malévolo, de sensorial Rubén
y en fín… hasta del Padre Víctor Hugo omniforme…!
¡y tanta tierra inútil por escasez de músculos!
¡tanta industria novísima! ¡tanto almacén enorme!
pero es tan bello ver fugarse los crepúsculos…!
BUENAS NUEVAS
El poema que encabeza este envío, fue escrito el 25 de Julio de 1973, con motivo de la instalación en la sala de la casa de Alfonso, Lida y familia (Barrio Tequendama), de un retrato al óleo de nuestro padre Miguel Angel, pintado por un artista ecuatoriano de cuyo nombre quisiera acordarme, por la nobleza conmovedora de su trazo, pero sobre cuya firma, el tiempo puso una espesa pátina de olvido. (Nota del transcriptor)
ENVÍO
Este sencillo poema, que no pretende perfecciones de vanas academias; escrito apenas, puesto que no aspiró a sutiles algideces retóricas; más sentido que pensado, por la inminencia del momento en que iba a ser oportuna su lectura; egoístamente destinado a rehacer, de vez en cuando, mi biografía sentimental, lo dedico a mi hermana Ofelia, la menos retórica de todas las criaturas, quien sólo va a leerlo y a sentirlo, sin ambicioso análisis de mis claudicaciones de poeta fortuito, de qué es mero romanticismo en sus estrofas; de lo que dijo sin pensarlo, de cuánto quiso decir y dijo en versos llenos de una saudade, que nos llega de pronto de lejanías ancestrales. Para quien por su estilo de alma, no me va a corregir los adjetivos, ni me va a hacer memoria de lo que no dijeron las palabras. Las afectuosas cartas fraternales que ya no escribo nunca, las que no enviaré en el futuro, que vayan diluidas en mis versos como una perla en una copa de champaña.
Alfonso Echeverri C.
BIOGRAFIA DEL PADRE EN SENCILLAS PALABRAS.
Nadie debe tender a escribir poesía inmortal;
se debe aprender a escribir poemas, solamente
como medio de registrar un momento
significativo, un estado de ánimo personal o
para ayudar a gozar la naturaleza.
LING YUTANG
EVOCACION DE FECHAS Y DE AÑOS
PADRE: fue por el año de la siega!
Era tu primogénita cosecha.
La última semilla -adolescente-
maduraba las uvas de tus venas.
Ya son diez y ocho años sin tu estrella,
sin tu lluvia de padre y tu verano!
Este regreso desde tu lucero
estábamos, alegres, esperando.
SALUDO AL PADRE QUE REGRESA
PADRE: ¡Qué bueno verte,
darte las “buenas noches”, como cuando
después de breves días,
regresabas, a veces tan cansado
de tus viajes agrarios.
Ahora son jornadas planetarias,
desde mundos arcanos,
donde el llover de las constelaciones
te hace llegar eterno y constelado.
Esposa, hijos y nietos,
PADRE, te saludamos!
DIALOGO SIN PALABRAS FRENTE AL ÓLEO
Rodeado de efímeras y humanas geometrías,
“muerto el ayer ya ido, vivo en la luz del óleo”
es el rostro del padre, casi el recuerdo triste,
de un titán consumido recordándolo todo.
Vano afán del artista de perpetuar el gesto,
de desnudar el alma, de adivinar el modo,
si era tan transparente, tan humano y sencillo
que su “imagen” sería pincelada de “todos”.
Su rostro es un instante, la fuga de un ocaso,
la cumbre de unos años, un prematuro otoño:
los otoños no ríen, son fríos y serenos,
y el hombre había cumplido mil años bondadosos.
El artista: algún Rembrandt andino, pone sombras
de luz sobre la frente que no supo de agobios;
la nariz aguileña que el ancestro atestigua,
se insinúa, valiente, a pesar del escorzo.
Sus ojos ya son tristes, copian cielos nublados,
pero el alma trasciende las líneas y el esbozo;
su mirada es un viaje austero hacia su estrella,
su risa era un regalo fugaz y venturoso.
El ceño adusto ensaya durezas que no tuvo,
y es tácito el mensaje del rictus doloroso.
Este retrato es sólo la admonición del padre:
es auténtico y triste. En él no miente el óleo.
MONÓLOGO DEL HIJO MAYOR
Después de tantos años
mi recuerdo da formas a su dulce manera;
el retrato es apenas vaga reminiscencia
del hombre que ha vivido sesenta primaveras.
Pero qué importa el rostro,
su precaria presencia…
fue justo y compasivo
y este es el mayorazgo regalo de su ausencia.
LIMITES BIOGRAFIAS
Sobrecoge mi espíritu acercarme a sus sueños
y editar su sencilla y dulce biografía,
sus límites agrarios de hombre de tierra y nube
sembrado en nuestra sangre para incendiar la vida
y lograr que no mueran ancestrales virtudes.
Nació y murió sencillo:
la vida lo hizo hombre
antes de que el bigote le hubiera amanecido
y el interior incendio
le hubiera suscitado la sed de los idilios.
Trabajó desde niño:
tuvo que hacerse padre antes de tener hijos;
caminó muchos días, caminó muchas leguas
cuando aún no se habían inventado caminos
y el tiempo se medía por los días sufridos.
Su adolescencia triste fue un vino de relámpagos:
seguro es que mi padre fué un hombre a los diez años!
Juventud prematura, todo en él prematuro:
la bondad y el esfuerzo, el amor y los llantos.
Debió pasar las horas escrutando futuros
y su futuro era tiempo que ya había pasado.
Sin querer, sin ancestros de intrépidas batallas,
fué guerrero sin serlo y sin medida
y en la lucha iniciada del pañal al sepulcro,
le ganó mil batallas honradas a la vida.
Madurez de racimo macerado con zumos
de los más capitosos y ácidos de la tierra:
no os extrañe, hermanos, que no seamos dulces
si nos viene de sangre ser tiernos con dureza.
ILÍMITES PREGUNTAS
¡Cómo era su alma!
Síntesis de panal y sinsabores;
de sus alquimias íntimas
sus ojos traductores
dieron fe de amarguras
porque en el aire se moría un vuelo,
o un trino antes del alba
dejó de hacerlo música el silencio.
Con el cayado del abecedario
y apenas citolegia de emociones,
descifraba sutiles pensamientos
y se embriagaba con pequeños goces.
Su pan intelectual: Diario y política,
novelas tristes dichas en voz alta
en las noches abuelas
de adolescentes y de tías beatas.
Era su voz vibrante y melodiosa
como si la nutriera una alborada.
La Gramática estaba
de siglos aprendida en sus palabras:
eran los adjetivos y los nombres
contrapunto en su voz esmerilada
a la que terciopelos ofrecía
si la emoción mojaba su garganta.
Suplía las sencilleces de su alma
con un andar garboso que aspiraba
a soterrar sus tácitos desdenes,
a orgullo humilde y humildad callada.
Todavía me dicen sus amigos,
que era orgulloso san Miguel del alma,
y era del alma su sencillo orgullo….
quizás una forma de expresar su raza.
Moderno allá en sus días, quién creyera
que a hijo y nieto los anticipara:
el Mariscal, por sus patillas largas,
con cariño algún tío lo llamaba.
Compasivo: vivió más de larguezas
y generosidades franciscanas,
que de ambición y lucros,
lujos y placideces mal logradas.
Duro con dulcedumbre
y dulce sin flaquezas;
de un acero flexible y casi tierno
eran rigor sin furia sus durezas,
talvez por eso, hermanos,
es esta herencia de canción y abejas.
Sobrio y cenceño, serio sin altivas
actitudes postizas y severas
y sin embargo alegre y expansivo
cuando se desataban
sus tácitas y escasas primaveras.
Era rico sin serlo,
como es un ruiseñor con sus sonatas.
No faltó el pan, tenía mucho trigo
en los mares trigales de su alma.
Fue un poco taumaturgo,
porque en la fe su vida alimentaba:
sembraba espinas y nacían rosales
y de ancestrales gérmenes y savias
logró en lugar de zarzas
árboles de variada aristocracia,
(raras inflorescencias y semillas)
de los que el menos fuerte
aspira a cedro o sándalo,
a flor de siempreviva
y libra siempre airoso,
vendavales batallas con la vida.
Con la amorosa terquedad del viento
empujó dulcemente nuestras vidas
hacia seguros puertos,
hacia apacibles radas
como un Neptuno bondadoso y tierno.
Sus límites castigos,
fueron rudezas amorosas, tiernas;
eran más latigazos sus miradas
que sus raras y tímidas violencias.
A veces rememoro y me parece
que muchas veces castigó sonriendo:
no se ajaría una flor de algodonero
si era su furia tan de terciopelo,
que con tan dulce cólera,
Miguel a duras penas conseguía
que se pusieran tristes los espejos.
MUERTE-RESURRECCIÓN
La muerte lo esperó pacientemente,
por ver si realizaba sus impacientes sueños.
Y él la esperó, sereno,
cuando se habían quebrado
minutos y deseos.
Con tánatos sigilos la eterna segadora
llegó, calladamente, tras los velos del alba
y lo encontró dormido
y así murió, sin presentar batalla.
EPÍLOGO Y ALELUYAS
En fin: mi padre, el vuestro, nuestro padre,
el esposo en un óleo recobrado,
con su nombre de arcángel,
de un ángel secundado,
recuerda ya sus ángeles
definitivamente sosegado.
La Muerte con su océano misterio
muere en la tierra firme del recuerdo.
Desde el retrato vuelve la mirada
en la bondad recóndita del lienzo
y más que su mirada, que es el alma,
el misterio oceánico del gesto.
Cómo emociona el diálogo silencio
del padre, del esposo y el abuelo,
que desde el artificio de la imagen
nos dice sus lejanos pensamientos.
PADRE: estamos contentos
Con tu visita de óleos recuerdos.
Gracias por renovar en nuestras vidas,
los amores eternos.
El día 10 de Mayo de 1947, Alfonso escribió el siguiente poema como homenaje en su Día, a Rosaura, nuestra madre.
POEMA DE LA MADRE AUSENTE
En el “Día de las madres”, a mi adorada mamacita
por quien no dejo de ser del todo niño.
Por quien es buena la vida y suave el camino
Por la que llevo un ruiseñor canoro dentro del corazón y un ideal ardiente repujado en mi espíritu.
A quien es un broquel que me defiende del Mal y del
Hastío. A aquella por la que nunca he de tronchar un nido marchitar una rosa o despojar del ala a los zorzales.
Dulce madre lejana,
te canto desde la lejanía:
la tarde se ha caído en mi ventana
y me trae tus ojos madre mía.
Tus ojos inefables
-dos alcanzados cielos de tern
———
Volver