Bienvenidos al puerto de Aldebarán.
PRESENTACION PÁGINA
La escritura lírica fue para Alfonso Echeverri C, una profunda pasión desde su temprana juventud. Quizás encontró en ella una entrañable forma de realización personal, más allá de sus estudios académicos, de su proyección profesional, de su intensa vida familiar y de su sobria y discreta “vida social”. Curiosamente, los resultados de esa misma pasión - una obra poética relativamente extensa, con derivaciones a la prosa, también de marcada intención lírica- no buscaron más cauce de divulgación, que el de su cerrado núcleo de amigos, en el que algunos de sus familiares tuvimos el privilegio de ser sus confidentes y de compartir su constante y conmovedor estremecimiento espiritual y existencial. Sin embargo, convencidos de que tal obra, justifica el esfuerzo por rescatarla de ese discreto y voluntario anonimato, en el que Alfonso la mantuvo mientras vivía entre nosotros (y ella lo mantiene intensamente a nuestro lado), hemos decidido, con amorosa deslealtad a sus designios, comenzar a devolver gradualmente a quienes consideramos sus naturales y mejores destinatarios, lo más selecto de su producción literaria. Y hablamos de selección, porque nos resulta difícil agotar la trascripción de los numerosos poemas y escritos en prosa que nos dejara, y las más de nueve mil décimas que escribiera, en un insólito torrencial de humor negro y lirismo desencantado, con el que siempre creímos trataba de drenar su hastío de acendrado y amargo romanticismo y la desazón que le causara el tiempo en el que le tocó vivir. Por lo demás, creemos tener la suficiente lucidez y respeto a su memoria, para no editar lo que probablemente el propio Alfonso no quisiera publicar. Tanto lo respetamos y tanto lo quisimos y lo seguimos queriendo, que con ello basta para fundamentar esa convicción. Diremos por último que a Fernando León y a Lilian Constanza -sus hijos- los seguimos queriendo tanto como a su padre, Alfonso, y a su madre, la inolvidable, nobilísima y bella Lida Mary Arzayúz; y que igual que agradecemos el generoso gesto de hacernos depositarios de los archivos literarios de “Aldebarán”, esperamos que acepten esta dispendiosa pero muy grata aventura de su publicación electrónica, con la cual creemos saldar una innegable deuda con su memoria de discretísimo y casi silencioso poeta.
Bernardo, el último de sus seis hermanos y tres hermanas, como quien dice: “La Cuba” o el Benjamín de la tribu, como solía referirse cariñosamente a su familia paterna y materna.
N.B. Sería muy grato recibir comentarios sobre las “Analectas de Aldebarán” y la experiencia que depare su lectura.
Etiquetas
La lista de etiquetas está vacía.
Novedades
Cronica decimaria de un paseo familiar
15.02.2011 00:00———
Aviso a los visitantes
26.10.2010 00:06———
Se ha lanzado el website
26.10.2010 00:05———